Llegas a casa después de un largo día. Justo hoy se le ocurrió a todo el mundo enviarte solicitudes sin sentidos, cambios de ultima hora y tienes una ejecutiva de cuenta llamándote por un pago pendiente, a uno de tus compañeros de oficina lo despidieron y quedo en su lugar otro que tiene aires de grandeza.
Cuando llegas a tu casa a la anhelada tranquilidad, donde quiere encontrar a tu angelit@ durmiendo la casa ordenada y la comida servida. Te encuentras en medio del caos. Aquí tienes las siguientes opciones, sales corriendo y no vuelves más, Tomas aire y enfrentas con heroísmo la situación o maldices hasta tu sombra y todo se vuelve peor.
Es más que evidente que nuestro estado de animo influye en como nos relacionamos con nuestros Hij@s. Como afrontar todo esto?¡
Yo muchas veces con el agotamiento, hambre o sueño e tenido que respirar profundo, espera unos minutos pensando que tiene que haber una salida que nos beneficie a todos. Otras me e encerrado en el baño a morder la toalla para no hacer una rabieta delante de mi hijo y otras e solucionado la situación como si fuese lo mas fácil del mundo. No puedo dejar de nombrar a mi marido que cumple con su parte, pero como la mayor parte del tiempo estoy yo con nuestro hijo, me la tengo que bancar sola.
Siempre que logro solucionar la situación donde mi hijo no quiere dormir o solo quiere estar conmigo o llora por rabietas o cualquier contexto que lo saque de si, recuerdo que tengo que dedicarle el tiempo necesario, prestarle atención a el.
Ej. Si estaba jugando yo me decía listo esta entretenido, me puedo ir hacer mis cosas y !ZAZ¡ que se ponía gritar o a llorar o me iba a buscar.
En los libros ya comentados, ver Libros de maternidad, explican estos comportamiento y en resumen es Si esta jugando date 15 minutos de tu tiempo, para ESTAR. No es necesario que juegues con el, solo basta con estar Presente.
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