Mi hijo esta pronto a cumplir los 2 años, entiende todo, es capas de seguir instrucciones, expresar emociones como amor, asombro, burla, enojo, discrimina lo que le gusta y lo que no, en la alimentación tiene predilecciones, pero yo opto porque pruebe de todo aunque al comienzo lo rechace frutas, verduras, cereales, etc. es capas de acercarse y sonreírte por iniciativa propia y otras cosas más que me maravillan.
Esta aprendiendo a definir su espacio, como individuo aveces lo hace tranquilamente y otra con berrinche o pataletas.
Ejs.
- esta viendo dibujos, se termina su tiempo para verlos y se apaga, se enoja y llora reclamando, ya que el quiere seguir viendo dibujos.
- Si estamos en la plaza, toca irnos después de 2 horas de juego pero como esta muy entretenido lucha y chilla por no subirse al coche.
- si esta comiendo golosinas y se le dice que la próxima sera la ultima y una ves terminada esta el insiste en más, ante la negativa el chilla reclamando por mas.
y así varios ejemplos de pequeñas "luchas de poder" el quiere establecer su deseo como único y lo expresa lo mas fuerte posible, cosa que me parece sana, pero ahí es cuando le ponemos el atajo. Seria muy fácil que para que deje de llorar, le prendiera la tele, o lo dejara jugando sin importar mi tiempo, o darle galletas hasta reventar.
Una negativa no hace daño al niño, todo lo contrario comprende, que cada cosa tiene su tiempo y su lugar, las pataletas existen pero no duran mucho rato y luego pasan como si nunca hubiesen existido. Se entretiene con otra cosa y sigue tan bien como siempre.
Me ha tocado tener berrinche en plazas y es fuerte que te miren acusatoriamente, pero cosa de los demás, como mamá no estoy para satisfacer a los demás, estoy para criar a mi hijo, todos pueden tener su opinión de como criar o no a un niño, pero es un asunto tan intimo que no vale la pena hacer caso.
Yo enfrento sus Berrinches simples, con cara seria me quedo quieta al lado de el , mientra chilla y llora, cuando se empieza a calmar comienzo hacer lo mio y a el se le olvida.
Berrinches largos, de las misma manera, pero cuando comienzo hacer mis cosas el sigue llorando y zapatea y me abraza las rodillas mirando hacia arriba, casi suplicando. Aunque se me parte el alma si di mi negativa, ya no puedo dar pie atrás, si no lo voy a confundir. Entonces cierro los ojos, respiro profundo, si el me ve mejor aun, una vez tranquila me arrodillo hasta el y lo abrazo, si el sigue llorando me siento junto a el hasta que se desahogue por completo, pueden pasar varios minutos, vuelvo a espirar y exhalar, el al verme hacer esto, aveces le da risa y otras me imita. La cosa es que al final se le olvida su mal rato y seguimos tan bien como siempre.