Debo declara que antes de quedar embarazada, era una maniática del orden y de la limpieza, no muy paciente con el tema. Cada objeto tenia su lugar y sacarlo de ese sitio podía ser algo muy malo. Según mi lógica "si tengo orden visual, puedo tener orden mental", de hecho aun no puedo trabajar, si esta sucio o desordenado.
Adivinen que paso cuando mi hijo comenzó a moverse con mas libertad. Si!!!! el caos, el desorden, todo un tornado de energía infantil, se apodero de nuestro hogar.
Impresionada de mi tolerancia hacia el torbellino de mi hijo, dejo que desordene lo que quiera, después jugamos a ordenar, esto puede ocurrir unas 50 veces en el día. Todas las veces termino a 4 patas recogiendo, juguetes tradicionales y los juguetes de los papas, llámese utensilios de cocina, baño, ropa y demás.
Cualquier cosa es un motivo para la investigación y descubrimiento de los sentidos, golpes con las tapas de la ollas, comer con todo el cuerpo como si fuera un lienzo de pintura, tirar todos los juguetes al suelo abrir todos lo cajones que hay en la casa, subir el volumen de la radio hasta llorar, romper las revistas o papeles que están a su alcance.
La verdad es que no me molesta, todo lo contrario, creo que le estoy haciendo un bien, siento que a través del caos llegara a su equilibrio mental. Cosas de mamá!!
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