28 de agosto 2010, mi cachetoncito se lanzo.
De un momento a otro se levanto, se sintió seguro, puso una cara como "esto es, fácil, me la puedo" y camino. Primero una distancia de 2 metros, luego 5 metro, después nada lo paro. Cuando se dio cuenta de que podía llegar a todos lados solos, se le abrieron lo ojos, como de máximo gozo. Camino 30 minutos casi corriendo, llegaba a una esquina se daba vuelta, con sus bracitos levantados y con cara de velocidad, se devolvía. El estaba eufórico, iba de un lado a otro dando grititos de alegría. Ahora cuando se cansa o si no puede frenar, se lanza al suelo y cae de rodillas, a lo skater.
Ya nuestra espalda no sufrirá tanto, pero por lo que me cuentan mi amigas con hijos mas grandes, es que ahora se viene lo bueno, con la libertar de caminar tiene acceso a lugares insospechados. Tendremos que tener mucho ojo en donde se mete.
Pero que felicidad!!!
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