Ser mamá es la cosa más difícil que me ha tocado en toda mi vida

martes, 31 de agosto de 2010

"un bebe recién nacido quiere estar siempre sobre el pecho de su mamá, normalmente duerme más tiempo y uno puede descansar con el. Tratemos de imaginarnos en el cuerpo del BB: sus sensaciones son inmensas, lo abarcan por completo. Ha estado 9 meses en contacto permanente con el movimiento, el sonido y el calor, por lo que ahora, necesita el movimiento, el ritmo cardíaco, el calor, la energía y protección de los brazos de quien lo este cuidando"

Extracto del libro La Maternidad y El Encuentro Con La Propia Sombra – Laura Gutman.
Si te gusta leer consíguelo, yo lo leí me ayudo mucho y cambio la percepción de cómo criar a mi hijo. Es buenísimo lo recomiendo tanto a madres primerizas como a mamás experimentadas.

“Ser sacados , acunados, acariciados, tocados, masajeados; cada una de estas cosas es alimento para los niños pequeños. Tan indispensable, si no más, que vitaminas, sales minerales y proteínas. Si se lo priva de todo eso y del olor y calor y de la voz que tan bien conoce, el niño, aunque esté harto de leche, dejara morir de hambre”

de Fréderique Leboyer (pediatra francés, que divulgo la idea de “del parto sin violencia”)

Antes de cualquier cosa, Siempre consúltale a tu pediatra. Si crees necesario, haz una lista con todas tus preguntas, por más tontas que parezcan y se la lees. Será la persona indicada para darte consejos profesionales. Consultar a tus más cercanos como padres, abuelos, suegros, amigas que tengan hijos, te puede ayudar a no sentirte sola, pero una como mamá siempre es quien tiene la ultima palabra. Ya que nosotras somos las que estuvimos conectada con el niñ@ durante 9 meses y no es solo una conexión física es también espiritual, que durara aproximadamente 2 años. (si leen el libro entenderás porque).

Ser mamá es la cosa más difícil que me ha tocado en toda mi vida. Tengo 35 años  y a los 33 recién me surgió la onda maternal, antes de eso los niños me asustaban, de lejitos no más, me daban como nervio, tan delicados y tan perceptivos. 
Me lo carrete todo, antes de mi primer hijo. Cuando supe que estaba embarazada, fui la persona mas realizada y feliz del universo. Un par de meses antes de saber,  viví varios procesos de reajuste y replanteamientos, era un proceso de cambio en el cual me di cuenta que  estaba preparada emocionalmente, para entregar todo de mi, a un hij@.
Ya nacido, caí en cuenta de que esto de ser mamá, era una cosa alucinante, vertiginosa y muy, pero muy importante. Esa criatura dependía 100% de mi, una avalancha de responsabilidad llego junto con su nacimiento. Yo deje de ser el centro de todo. Desde el minuto de nacido, el fue la prioridad. Yo no se si le pasara a todas, pero a mi me ocurrió así.
Unos meses antes de que naciera, leí en un articulo, a una mujer que contaba un relato de su padre cuando ella estaba recién nacida, “tu madre estaba muy cansada y me ofrecí a cuidarte. Tu estabas en tu cunita y yo pensé que tendrías frío, te levante y te acurruque en mi pecho, tu te acomodaste y te dormiste profundamente, sin importar que te mal acostumbraras, yo solo pensé en darte amor”.
Lo que leí me dejo para adentro. Que reglas, que normas, estaba claro, a mi hijo le daría todo el amor del mundo.

Mujeres mayores me decían “esta mal criando al niño”, “mucho brazo”, “no valla tan rápido, cuando llora”, entre otras. Yo les hacia caso, total ellas tenían hijos, señoras mayores con experiencia, yo apenas sabia cambiar un pañal. Hasta que dije basta, me di cuenta de que yo era la única que podría sentir, percibir  lo que necesitaba mi hijo. Yo soy la madre y se que es lo mejor para el. Y así ha sido desde entonces.
Es difícil porque todos quieren ayudar, te quieren guiar. Me mantuve y seguí lo que mis sentidos indicaban. Distinto es cuando uno pregunta, yo lo hacia para comparar experiencias y eso me ayudo mucho.
Tuve dificultades con mi leche materna, decían que mi hijo no tenia el peso ni estatura del promedio, incluso una endocrinóloga, me dijo que lo que tenia era “super grave”, yo quede espantada y asustadísima, pero poco a poco todo se fue solucionando. Afortunada en contar con el apoyo incondicional y la contención de mi marido, fuimos enfrentando cada situación de la mejor manera. Ahora mi hijo esta completamente sano y nada nunca fue tan grave.
Mi hijo esta conectado a mi emocionalmente, lo que pasa por mi mente, incluyendo aquello que no se, el lo siente y eso lo refleja para bien o para mal. A que me refiero, cuando yo ando tensa el anda intranquilo, mañoso, insoportable. Cuando yo estoy serena, feliz, el anda de las mil maravilla. El niño refleja como yo estoy anímicamente. 
A mi hijo no le gusta quedarse dormido, es como que se le acabara la diversión y se pone muy mañoso. No sabia como hacer para que durmiera. Hasta que encontré la solución, me pongo a bailar con el, hasta que se queda dormido, es relativo va desde los 5 minutos hasta la media hora, bailando con el en brazos. Resultado mi estado físico excelente y el plácidamente durmiendo. Todos felices. 

Con respecto a mi feminidad, tome la decisión de arreglarme incluso para salir a comprar a la esquina. Mi marido trabaja afuera todo el día. Tengo la fortuna de hacer trabajos en la casa pero siempre arreglada, aun atienda a mi hijo, trabaje, haga aseo, la comida. Siempre me hago el tiempo para mí. El arreglarme me hace sentir viva, con colores, me sube el animo y una mujer feliz es una buena madre, esposa, amiga, profesional. Así lo siento yo.
Lo que quiero decir con todo esto, es que tuve que aprender a ser muy paciente y tolerante con mi hijo,  a ser creativa, a ser auto-crítica, a pedir ayuda cuando no me la puedo, para que cada etapa la fuéramos enfrentando con cariño. Es agotador física y emocionalmente. No es fácil, a veces dan gana de salir arrancando, pero creo que es el amor lo que me mantiene fuerte. 

Esta es una tarea larga, para toda la vida y siempre habrá otra etapa por afrontar.

Solo me queda desearte fuerza y éxito

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