Sentirce parte de un grupo familiar aveces no es tan fácil para un niñ@, por ejemplo, pongámonos en el caso de un niñ@ que tiene padres separados, vive con su madre y al padre lo ve los fines de semanas.
Todo bien hasta ese punto, la dificultad comienza con las condiciones en que ve a su padre, DETALLO: al padre lo ve en otro entorno familiar, constituido por una madre y 2 hij@ de esa nueva unión, pasa el fin de semana con ellos conviviendo con normas y comportamientos ajenos, su padre trabaja todo el fin de semana y cuando tiene alguna interacción no recibe gran afecto, se la pasa jugando con sus medios herman@s y el tiempo que le queda para compartir con su padre no es de calidad.
Viendo de fuera esta situación, es muy difícil que el niñ@ logre entablar alguna relación de confianza o afinidad con su padre, quien seguramente siente que esta integrando a su hij@ con su nueva familia. Lo que no ve es la confusión, falta de seguridad y lo distanciado que es su relación con su hij@. Crea un sentimiento de NO PERTENENCIA, ese sentimiento perdurara siempre y cuando ese niñ@ sea adolescente dependiendo de las situaciones , arrastrara ciertos fantasmas que lo podrían convertir en alguien rebelde, huraño, conflictivo, sin saber en que bases sostenerse.
De adulto si tiene suerte y logra pasar la etapa de adolescencia sin mucho trauma, lograra armar una base en la cual poder sostenerse y salir adelante, pero obviamente le costara el doble y aveces el triple que un niño que siempre supo cual era su lugar, su espacio en su entorno familiar, es decir que supo que PERTENECÍA.
2 comentarios:
Es un tema super complejo y doloroso. Como padre separado, lo que uno espera es evitar al máximo esa contradicción que señalas. Se debe ser súper cuidadoso con el entorno y los sentimientos de tu hijo o hija, tenerlos siempre presentes y anteponerlos ante tus propios deseos. Me explico; cuando te separas, haces efectivamente eso, produces una brecha, un distanciamiento que tiene un alto costo emocional para todos los involucrados. Te encantaría que tu hijo o hija asuma tu "nuevo mundo", pero no se puede presionar a nadie a que acepte la situación y mucho menos a que asuma una nueva. Te encantaría que en tu nueva vida, la gente que quieres esté en contacto, pero muchas veces no es eso lo que tus seres queridos y, en primer lugar, tu hijo o hija quiere. Es un tema de madurez asumir que eres el puente entre dos mundo, pero no puedes obligar a nadie a cruzar de un lado a otro. Y es un trabajo de largo plazo lograr el acercamiento. Pura paciencia y todo el amor del mundo para no flaquear.
Yo al igual que tu, no creo que la presión sea lo indicado en estos casos.
Más bien creo y sugiero que si quieres entablar una relación de confianza, como padre, tienes que compartir TIEMPO DE CALIDAD, dar 1 hora con el hij@ a quien no ves a menudo, donde le prestas atención, compartes y puedes conocer, después el compartir con todo el grupo familiar seguro que se hará mas fácil.
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