Hoy después de su siesta del medio día, despertó especialmente mañoso. Pensé que tenia hambre, pero comía un poco y luego lloraba otra ves, este llanto no paraba, yo repasaba lo que había sido la mañana, su desayuno, cambio de pañal ,almuerzo, otro cambio de pañal con lavado de poto, porque había mucha caca y luego su siesta.
Le tome la fiebre, le di agua, lo paseaba, lo dejaba en el suelo, paraba un rato y volvía a llorar, entonces decidí salir. Con él, fuimos hacer la compra de un regalo, para su tía que esta de cumpleaños. En el auto lloraba de ves en cuando, pero ya en el mall estaba tranquilo y feliz.....
Devuelta al auto comenzó el llanto otra ves, pero se quedo dormido, soló que en cada luz roja o detención obligada, se ponía a llorar.
Llegamos a la casa y lo trate de hacer dormir, dormía - lloraba así estuvo un buen rato.
Ya con los nervios destrozados y apunto de acriminarme, le saque toda la ropa incluyendo los zapatos y ahí casi me desmayo, le había quedado montado un dedito "POR ESO LLORABA".
Tiritando llame a mi marido, "le rompí el dedo" con voz temblorosa, el calmo me dijo que respirara y que fuera a consultarle al conserje, que tiene varios niños, para ver si tenia roto algo. Fui corriendo donde el conserje y este me dijo, "que estaba bien, porque lo veía tranquilo, que si estuviera roto estaría llorando aun". Agradecida de su experiencia como padre de 3 hijos, quede más tranquila.
Ahora cuento esta anécdota mientras mi hijo persigue a nuestro perro, quien escapa del niño que quiere tirarle los bigotes.
El llanto siempre es por algo
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