Llegamos a la clínica, una vez realizado todo los papeleos, me derivaron a un cuarto donde me hicieron los últimos exámenes, muestra de sangre, control de peso y presión. Luego me llevaron a mi cuarto definitivo y me pusieron la bata. Seguido una enfermera trajo consigo elemento para hacerme el lavado de estomago. Yo nunca e tenido problemas digestivos así que eso fue algo exageradamente rápido. Una vez desocupado mis intestinos, llego la matrona para ver en que posición estaba mi hijo. En mi caso estaba al revés y cruzado, al parecer estaba muy cómodo y con cero interés de salir.
A la hora indicada nos fueron a buscar, a mi me instalaron en una camilla y a mi marido lo agarraron y lo disfrazaron de doctor.
Llegada al pabellón me explicaron el procedimiento de colocar la raquídea. Yo estaba entre nerviosa y ansiosa. La matrona me puso de costado y el anestesista comenzó el procedimiento, primero un pinchazo en medio de la columna y luego otro pinchazo pero sin dolor seguido de un liquido que bajo y que adormeció mis pies, yo exclame ¡¡se me durmieron los pies!! Me dijeron PERFECTO. Cuando llego mi marido, yo ya estaba instalada, crucificada en la cama de operaciones en un brazo me tomaban el pulso y en el otro me ponían calmantes o anestesia.
De pronto comencé a sentir que me presionaban a nivel abdominal y cuando veo estaban 2 médicos muy concentrado a bajo y tiraban de un lado a otro, mi marido miraba todo esto con especial interés. De repente se oye una tosecita y yo me quede paralizada de emoción. Era el, mi hijo, pronto lo conocería.
Como estaba amarrada no lo podría tomar, en eso se acerca un medico y me dice “alguien te quiere conocer” yo abrí los ojos como marsupial y ahí estaba, mi retoño, tranquilo acurrucado. Me lo acercaron y yo lo bese y languetie por toda la cara, creo que para que se quedara con mi olor.
Como estaba amarrada no lo podría tomar, en eso se acerca un medico y me dice “alguien te quiere conocer” yo abrí los ojos como marsupial y ahí estaba, mi retoño, tranquilo acurrucado. Me lo acercaron y yo lo bese y languetie por toda la cara, creo que para que se quedara con mi olor.
Después de eso se lo llevaron a neonatología y a mi me cocieron, pasándome a recuperación. Yo me sentía un poco ida, sin saber mucho que pasa, baja capacidad de reacción, pero muy feliz!
Me aconsejaron no hablar para no hincharme, pero a pesar de eso igual me hinche como sapo, era atroz, duele ene. Al segundo día ya sin hinchazón y ya caminado, las enfermeras se asombraban un poco ya que generalmente es lenta la recuperación, no así como la del parto vaginal que es muy rápida.
La cicatriz quedo bajo la marca del bikini, y tuve suerte de que no se me engrosara o se me infectara. 1 mes después estaba como nueva y con un hijo hermoso y sano
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