Hace ya 1 año que soy mamá de una personita que a traído solo alegrías.
La primera vez que lo vi, no creo haber dimensionado a cabalidad, todo lo que conllevaría el traer un niño al mundo.
No sabia absolutamente NADA, consultarle a mi madre era como preguntar en el desierto, ya que ella había dejado hace bastante tiempo la crianza. Otras personas me aconsejaban y ofrecían ayuda, pero uno al final siempre quiere a su mamá.
Mi experiencia en el parto fue cesárea programada, por lo que no sentí contracción alguna. Algunas mujeres consideran que no vivir el parto normal es como ser poco mamás. Por mi parte creo que todo se compensa.
La primera noche en la clínica, Estaba tan eufórica que soñé con fabulas asombrosas entre mi hijo y yo.
Llegados a la casa, mi marido había dejado todo listo para nuestro regreso, gracias a 2 listas que le deje preparadas. El retorno al hogar con nuestro retoño me tenia algo angustiada, preocupada de que no le fuera a pasar nada. Que no pasara frío, ni calor, que no se resfriara, que respirara cuando durmiera, que no se ahogara y un montón de cosas más.
Los primero 4 meses NO DORMIMOS, ya que cada 2 ó 3 horas había que alimentarlo, sacarle los flatitos que a veces eran gigantes, esperar que hiciera sus necesidades, cambiarlo y cuando estábamos terminando de hacer eso, comenzábamos todo otra vez.
Pero ha sido una labor enriquecedora, e aprendido mucho de mi hijo, mi umbral de paciencia a crecido un 100% y aguanto cosas que jamás pensé que toleraría.
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